Las preguntas que plantea el caso de Evelyn Salgado

Hernán Gómez Bruera

Evelyn Salgado tomó protesta como gobernadora de Guerrero el 15 de octubre, evento al que asistieron varios representantes de la clase política morenista. Su padre, Félix Salgado Macedonio, era originalmente el candidato de Morena a la gubernatura de la entidad, quien fue acusado de violación y abuso sexual por tres mujeres entre 1998 y 2016 (una de las víctimas era menor de edad). Posteriormente, el INE lo descalificó de la contienda por no reportar sus gastos de campaña. 

En respuesta a la decisión de la autoridad electoral, Morena eligió a Evelyn Salgado, la hija del ex candidato, en sustitución de su padre. Al más puro estilo caciquil. Resulta pertinente destacar que Félix Salgado tiene siete hijas, Evelyn es la mayor de todas. ¿Si tuviera un hijo también se hubiera inclinado por Evelyn?

Más allá de estas especulaciones, el caso es que Evelyn finalmente ganó la contienda del 6 de junio y ahora es la titular del poder ejecutivo de su entidad. Su elección causó mucha controversia, puesto que desde junio vimos a varios medios preguntarse quién gobernará realmente guerrero: ¿Evelyn Salgado o su padre?

Estas críticas y escepticismo sobre la autoridad de Evelyn Salgado plantean varias preguntas. ¿Es machista cuestionar si una mujer llega a un puesto por ser hija de alguien? ¿O lo machista es que una mujer sea utilizada por alguien más para sus propios fines?  ¿Quiénes son los machistas en este caso, los que dicen que detrás de una mujer en el poder hay un hombre o el hombre que utiliza a una mujer para sus propios fines políticos?

Por un lado, Claudia Sheinbaum estableció su postura al respecto en un tweet tras la toma de protesta de Evelyn Salgado. La jefa de gobierno afirmó que “no hay nada más machista que referirse a una mujer como la hija de, la esposa de, etc. Como si las mujeres fuéramos pertenencia de alguien”. 

Ciertamente, las mujeres suelen ser minimizadas cuando adquieren posiciones de poder. Existe una tendencia a demeritar sus logros personales y referirse a ellas simplemente en función de su cercanía con figuras masculinas (padres, familiares, esposos). 

Las mujeres gobernantes se enfrentan a expectativas sociales y a críticas mucho más severas que los hombres. Además, suelen ser cuestionadas con mayor contundencia  acerca de su experiencia y trayectoria cuando obtienen algún cargo de toma de decisiones.

¿Será que en este caso en particular las cosas son así o deben ser analizadas desde otra óptica? Sabina Berman y Julio Astillero afirman que lo machista aquí no es la caracterización de Evelyn como “hija de Félix Salgado”, ni cuestionar quién va a gobernar realmente en Guerrero, sino que la gobernadora haya llegado al cargo gracias a la influencia de un hombre, su padre. Ambos ponen como ejemplo la boleta de la elección  en la que nombraban a la gobernadora como “Evelyn Salgado, la Torita” (en referencia al apodo de su padre). 

El caso de Evelyn Salgado plantea muchas preguntas sobre la forma en que se expresa el machismo y la violencia de género cuando una mujer llega a una posición de poder. ¿Cómo debemos responder a este tipo de situaciones? Estas preguntas deben ser parte de la discusión pública y tienen que ser las mujeres quienes protagonicen estos debates.