Mario Hernández González
Enlace estatal del Instituto Nacional de Formación Política de Morena en Aguascalientes
¿Qué podríamos decir de un libro que inicia con un epígrafe de Emile Ciorán donde se alude al hecho de amar y odiar simultáneamente a la verdad? Quizá, podríamos pensar en un primer momento, que el autor quiere prevenirnos sobre la cantidad de verdad que somos capaces de soportar. Esto podrá pensarse que no tiene nada de particular, Pero resulta especialmente inquietante cuando nos enteramos que el libro en cuestión tiene como tema el análisis de un proyecto político.
De hecho, el libro de Hernán Gómez nos reenvía necesariamente a replanteáramos el problema de la verdad y a cuestionarnos sobre la necesidad primero de escribir, luego de publicar y finalmente de leer un libro como el que esta noche presentamos. Creo que en todo caso valdría la pena cuestionáramos ¿por qué es necesario un libro que, en la lógica de los cuerpos, hace una radiografía de la cuarta transformación? ¿De dónde surge la necesidad de la mirada profunda que busca la exploración al interior de un sistema, modelo o simplemente fenómeno político? ¿Por qué la dedicatoria a los escépticos?
La respuesta más inmediata y obvia tiene que ver con la necesidad del análisis herméneutico entendido como la búsqueda de la comprensión de aquello que no se muestra claro, que no se entiende o que es polisémico. Esto nos lleva a recordar junto con Riquer que el objeto de estudio de la Hermenéutica es el texto, pero no cualquier texto si no aquel que está abierto a la interpretación. De este modo, lo que el autor nos propone, es asumir a la cuarta transformación como un terreno amplio, donde los esencial, es el debate con la verdad, es decir, desde esta mirada, la cuarta transformación sería un fenómeno de naturaleza textual que no estaría mostrándose con claridad tanto en sus mecanismos internos como en su juego de relaciones simbólicas, por lo tanto, al no comprenderse a cabalidad -ya sea voluntaria o involuntariamente- al existir zonas oscuras y opacas, se hace necesaria la construcción de una interpretación, de una explicación, disección o bien, de una radiografía.
El autor nos lo hace ver cuando alude a la dificultad que implica el hecho de tratar de interpretar fenómenos, en los cuales, el observador está inmerso. Se cuestiona con honestidad, el valor de un análisis de un gobierno que está en plena ejecución. Esta es la llamada distancia histórica necesaria para la interpretación y la cual, el autor tiene presente. La genealogía es, diremos junto Foucault: gris, meticulosa y pacientemente documentalista. Trabaja sobre sendas embrolladas, garabateadas, muchas veces reescritas.
El libro que nos ocupa guarda, bajo el tono periodístico de la escritura, una meditación sobre la nueva manera de ejercer las relaciones de poder político en México, nos revela a la 4T en sus designio más vasto, aquel que implica no sólo la renovación de la vida pública sino que nos muestra cómo es que estamos inmersos en una gradual reinterpretación de la totalidad de los productos sociales, de sus símbolos y de sus códigos, de la cultura e incluso me atrevería a decir del vivir humano en México.
Dudo que alguien se atreva a sostener que a partir del 2018, la concepción que tenemos de lo que implica la vida pública en nuestra páis se haya mantenido inalterada. En ese sentido, el libro sobrepasa los límites de una simple enumeración de acciones ejecutadas por un gobierno para trasladarnos al campo de las diacronías. Pensarnos desde la historia y en la historia. Somos pues sujetos temporales ajustados a los designios del porvenir. La Consciencia de nuestro sitio en la historia es otorgarnos la facultad de poder dar un rumbo consciente al devenir, nos lleva a pensarnos que estamos al frente del tiempo y que, hoy y ahora, es posible tomar la tutela del rumbo de la nación. Ante este nadar de espaldas. El libro de Hernán Gómez, es en todo caso una respuesta a esta aparente deriva y es, sin duda, producto de la voluntad de saber.
A todo esto, ¿cómo hacer entonces una interpretación sobre el proceso de desmaterialización del antiguo régimen? ¿Es posible encontrar una guía argumentativa válida para escapar del sinsentido? En todo caso, lo que el autor nos presenta es algo más que, como radiografía, busca sacar a la luz, lo que está al interior del cuerpo. Busca penetrar la comprensión en esa caja negra para ir dilucidando la transparencia de la verdad en el sentido de desocultación del ser. Mostrar lo que se es, correr el velo. Desvelar.
A caso no implica una transformación profunda el hecho de pensar la corrupción como algo que se suponía estaba inscrito tanto en nuestro ADN como en nuestra cultura.
Para el lector atento, el libro de Hernán Gómez plantea problemas ontológicos y éticos profundos. ¿Estamos ante un gobierno de izquierda? ¿Se ha logrado superar el neoliberalismo? ¿cómo puede un movimiento estar soportado por la fuerza moral de un solo hombre?
Por otro lado habría que decir que los niveles de lectura pueden transitar desde la información básica e informarnos sobre los orígenes de MORENA como movimiento y como partido, sus protagonistas sus momentos y sus circunstancias, hasta llegar a reflexiones que nos cuestionan sobre el papel de la ética en la vida pública ¿Hasta dónde es pertinente identificar, al menos para el análisis, al obradorismo con la 4T?
Al respecto nos dice Hernán en el Libro
No es ningún secreto que el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) es un partido formado en torno a la figura de un líder que en gran medida es su razón de ser y existir. Nos dice Hernán. Y más adelante podemos leer:
Morena no se creó como un partido político tradicional, sino como un partido-movimiento —como podría ser el Movimiento al Socialismo en Bolivia, el Partido de los Trabajadores brasileño o los partidos verdes en varios países europeos—, que mantiene un pie en la esfera electoral y otro en la movilización social, a través de una organización capaz de tener la capacidad política y los recursos de un partido, y también la flexibilidad de un movimiento.
Ambigüedades aparentes sobre el ser del fenómeno 4T que se suma a lo que se entiende como una suerte de taxonomías clasificatorias que Hernán busca establecer como mecanismos de la comprensión, distingue por ejemplo lo siguiente y lo cito:
El obradorismo es una fauna variopinta con luces, sombras y —ciertamente— uno que otro sapo difícil de tragar. Hay cuadros de origen comunista como Alejandro Encinas, liberales con agendas progresistas como Olga Sánchez Cordero y hasta exizquierdistas que pasaron alegremente por gobiernos priistas. Hombres del antiguo régimen, que van desde exzedillistas y uno que otro tiranosaurio, como Manuel Bartlett, complementan el cuadro. Para Hernán Gómez:
Morena carece de contornos. Ya no es un partido de izquierda sino una cazuela que quiere recogerlo todo. Ante esta pluralidad, nos dice nuestro autor que la coalición obradorista se ha traducido en un gobierno caracterizado por numerosas contradicciones. El obradorismo y/o la 4T serían fenómenos marcados por el signo de la complejidad.
Y si atendemos a lo expresado por Nietzsche en el sentido de que lo histórico está mucho más cercano a la medicina que a la filosofía, la radiografía en tanto que dispositivo de los diagnósticos clínicos es útil para percibir la singularidad de los padecimientos y no dejarlos en el campo de lo ignorado o mejor dicho, en el de lo oculto. Esta suerte de radiología suministrarán valor testimonial sobre lo que subyace al interior del sistema. Del mismo modo el libro a manera de mirada que escrutina, pone ante el lector los órganos que están vedados a los ojos de la historia y es lo que permite al autor diagnosticar lo siguiente: la cuarta Transformación requiere un proyecto en un sentido de izquierda, capaz de trascender la próxima elección. Por eso es fundamental consolidar un partido político medianamente institucionalizado e ideológica y programáticamente consistente.
¿Porqué leer este libro? A esto tendríamos que decir que su lectura tiene que provenir de una necesidad de que querer saber. Comprender el proceso que se está desarrollando frente a nosotros y que las clases intelectuales y la vieja y acomodaticia comentocracia poco o nada se atreven a analizar más allá de la diatriba intelectual que en muchos casos adquiere el rostro del desprecio indiferente o bien el del deliberada y malintencionada ignorancia. Los intelectuales del viejo régimen ven en la 4T un modelo anacrónico, producto quizá de las gafas con las que ellos mismos abordaban la realidad. Lo que es un hecho innegable fue en todo caso, la exhibición pública de estos supuestos intelectuales “neutrales” que han visto desmoronar sus torres de marfil construidas a base de privilegios. Un libro como éste, abre el debate para que otras mentes puedan ir andando por los senderos de la comprensión. La vieja clase intelectual ha descubierto a partir de la explosión de las redes sociales, que la gente no necesita de ellos para “saber” o para “entender”. Nos hicieron creer que en política, sólo las voces de los pensadores institucionales eran las autorizadas para opinar. Estamos, felizmente presenciando el fin del monopolio de la verdad.
Si bien el proceso de transformación es de carácter nacional, es innegable que se ha venido desarrollando de manera particular en los estados y en las regiones. Esto nos abre la pregunta ¿Porqué leer este libro hoy, en Aguascalientes? O mejor aún, ¿por qué leer este libro no en Aguascalientes sino “desde” Aguascalientes?
En Marx hay un término fundamental y que tiene un peso específico en su teoría política, este término es el de la “Conciencia”. No es rara la simetría conceptual que se tiende como un hilo invisible hasta Freud y sus descubrimientos sobre el inconsciente. Recordemos muy apretadamente que para el Psicoanálisis el “mal” o la enfermedad radica en que el paciente tiene un padecimiento cuyas causas permanecen ocultas en el inconsciente, la manera de “sanar” es traer a la consciencia el trauma. Del mismo modo en un juego de correspondencias, para Marx el sujeto enfermo o enajenado es el que no tiene conciencia de clase. En ambos casos, trátese de materialismo histórico o de psicoanálisis la anomalía se resuelve con la toma de conciencia del trauma o de la clase.
Lo que se puede decir de sociedades como la de Aguascalientes, es que hasta hace muy poco, existía un grado de anestesia endémico respecto a las ideas críticas. La hegemonía del pensamiento se ha había instalado casi imperceptible en todos los ámbitos de la vida social y como nos recuerda Hernán Gómez, uno de los triunfos del diablo es hacer creer en su inexistencia. Del mismo modo, en Aguascalientes, buena parte del sector intelectual asumía o asume que no se posee una postura ideológica, que no están politizados, dicen y los más ingenuos dirán que son neutrales u objetivos.
Medios de comunicación, catedráticos, escritores, intelectuales y el corporativismo universitario salvo raras excepciones apostaron por mucho tiempo a la falacia del pensamiento único, objetivo, y supuestamente imparcial. Hay que decirlo abiertamente, las universidades públicas y privadas han sido en gran medida el Think Tank de un sistema neoliberal y conservador que vemos, afortunadamente, morir de manera inevitable. No exagero si digo que estamos ante una verdadera Revolución Cultural y lo que es más importante, no debemos tenerle miedo.
Pensar que un mundo distinto es posible, no entraba dentro de la agenda intelectual Aguascalentense. La negativa obstinada al cambio cubrió por mucho tiempo el sentido de los discursos. El pensamiento disidente se atacó y se ataca aún abiertamente desde los más rancios medios de comunicación tradicionales con el viejo argumento de la defensa de las autonomías. “La gente de bien no cambia”, era la idea que se había sembrado y que había que defender, si es que se quiere mantener el actual sistema de privilegios.
Leer un libro como AMLO y la 4T nos permitirá abonar a la cura que la toma de consciencia nos puede aportar. Cambiar es uno de los rostros de la modernidad, Cambiar es ponernos al día con los relojes de la historia.
Pero hay que ser claros, Hernán Gómez no busca convencernos de nada, su libro más bien, estimula al lector zagas, aquel que es capaz de refutar con argumentos, los hechos que el autor nos presenta. Para un abierto antilopezobradorista, la lectura del libro AMLO y la 4T de Hernán Gómez es una buena oportunidad para practicar la esgrima intelectual, siempre y cuando se tenga el valor suficiente de poner en juego sus creencias.
Hoy en día, Aguascalientes vive un proceso electoral sumamente interesante lo que hace que la lectura del libro de Hernán Gómez sea de una necesidad impostergable. Necesario sí, para todo aquel que quiera informarse más allá de las arengas matutinas de locutores ramplones y obtusos que hacen del espacio radioscópico de nuestro estado un campo para el insulto y la majadería, la mentira y la difamación. La gente de Aguascalientes no nos merecemos periodistas así.
Por eso leer este libro es necesario en las circunstancias en las que actualmente nos encontramos. Pienso que, guiados por la voluntad de saber, tenemos que leer este libro no, en Aguascalientes si no desde Aguascalientes. Llegó el momento que desde lo local nos preguntemos: ¿Cuánta dosis de verdad somos capaces de soportar?