Nuevos casos de despilfarro y lujos en el INE

Hernán Gómez Bruera

Este año está programada la consulta de revocación de mandato para llevarse a cabo en abril, y el INE ha reiterado no contar con los recursos necesarios para llevar a cabo ese ejercicio inédito de democracia participativa.

En otras ocasiones me he referido a la gran cantidad de recursos que el INE pierde en gastos suntuosos (https://bit.ly/33orHNc, https://bit.ly/3Fb6Udm). Solo por mencionar algunos datos: cada consejero del Instituto Electoral cuenta con una bolsa mensual de 722 mil pesos para asesores y con un fondo de 143 mil pesos al año para comer fuera de las instalaciones del Instituto.

En días pasados, la periodista de Contralínea, Nancy Flores, publicó una investigación (https://bit.ly/3HYWz6f) en la que analizó otros gastos sumamente altos: sólo en 2021, el INE erogó mil 228 millones de pesos en arrendamiento de edificios y locales, vehículos, bienes informáticos, maquinaria, equipos de comunicaciones e inmobiliario.

Tan solo en concepto de “renta de vehículos”, el INE tuvo un gasto asignado de ¡373 millones de pesos! Por concepto de “difusión de mensajes sobre programas y actividades institucionales” fueron 134 millones; por “servicios de lavandería, limpieza e higiene” fueron 95 millones y en “gastos relacionados con actividades culturales, deportivas y de ayuda extraordinaria” se fueron otros 54 millones de pesos.

Por si esto fuera poco, en una investigación propia encontramos que entre 2019 y 2021, la élite del INE se regaló una cobertura de seguros médicos privados que costó nada más que 253 millones 400 mil pesos. Este seguro –que sería la envidia de cualquier ciudadano en este país– cubre solamente a los altos puestos del Instituto, tales como los consejeros, sus asesores, directores de área, vocales de juntas distritales y otros puestos altos.

(Aquí se puede consultar contrato del INE con la aseguradora: https://bit.ly/3Gico7z)

Cabe mencionar que, en el contrato del INE con la aseguradora de 2019-2021, las consultas psicológicas solo incluían enfermedades graves, accidentes, sufrir un robo o un asalto. Para el 2022, los altos directivos plantean ampliar todavía más esta póliza para que incluya también coberturas psicológicas en caso de contraer Covid-19.  Es decir, que con nuestros impuestos se cubren “los daños psicológicos” que tengan los altos funcionarios del INE ante cualquier posible eventualidad.

Cada día que pasa salen a la luz pública más gastos suntuosos del INE y se vuelve más evidente que el Instituto tiene de dónde sacar más recursos para llevar a cabo la revocación de mandato. Si bien recortar gastos suntuarios no liberaría todo el presupuesto necesario para la consulta, apretarse el cinturón sí les daría autoridad moral para poder reclamar más.