Morena sigue imbatible

Esta semana se publicaron tres encuestas que dan muestra de cómo Morena y la 4T siguen arrasando en casi cualquier aspecto en el que compitan. Nada parece detener ni la popularidad de López Obrador, ni las tendencias en las elecciones estatales de este año, ni las preferencias rumbo al 2024. Morena simplemente parece imparable e imbatible, y la oposición no logra despegar. Bueno, a decir verdad y para ser más precisos, la oposición está para llorar. 

Encuesta de Mitofsky del 02 de mayo: repunta la popularidad de López Obrador, subiendo tres puntos de marzo a abril, pasando de 59% de aprobación a 62%. AMLO sigue estando en gran estima para gran parte de la población. 

Encuesta de El Financiero, 9 de mayo: el partido del presidente aventaja con amplitud en 4 de los 6 estados donde hay elecciones este año: Quintana Roo, Tamaulipas, Hidalgo y Oaxaca. En esos cuatro estados la oposición no tiene nada que hacer y la distancia entre el primer y segundo lugar no deja de crecer. 

Pero lo interesante es que en estados en los que Morena no aventaja, la distancia con sus contrincantes se está cerrando. 

En Durango el candidato de la oposición, Esteban Villegas, aventaja a Marina Vitela, la candidata de Morena, con una diferencia de 46 sobre 42 puntos. Mucho menos que en enero, cuando el candidato de Va por México iba 27 puntos adelante.

Incluso en Aguascalientes, donde se antojaba que el PAN la tenía cantadísima, la ventaja que tiene ahí la oposición es de 46% de Tere Jiménez del PAN, sobre el 37% de la morenista Nora Ruvalcaba. Es decir, 9 puntos de diferencia, una distancia mucho más corta que los 22 puntos de diferencia que tenían en enero, cuando Tere tenía 52 puntos y Nora 30, según los mismos datos de El Financiero. Aguascalientes es lo único que puede ganar el PAN este año. 

Así que, como pueden ver, todo indica que Morena arrasará en las elecciones de este año.

Tercera encuesta que vale la pena mencionar: la que Reforma publicó apenas el lunes de esta semana. Algo que me pareció interesante de esa encuesta es que se muestran ahí distintas percepciones de la ciudadanía que confirman que Morena goza de una credibilidad muy importante entre la ciudadanía. 

Morena le gana por mucho al PRI y PAN en la percepción de ser un partido que beneficia a los que menos tienen, en manejar mejor los programas sociales, en preocuparse por la gente, en manejar mejor la economía, e incluso en tener mejores candidatos y estrategias contra el crimen organizado. 

En cambio el PRI gana en ser el partido  que más daño le ha hecho al país, en ser el más machista, el que roba más cuando es gobierno y el que más vínculos tiene con el crimen organizado. 

Vale la pena echarse un clavado en los resultados de esa encuesta que publicó Reforma ayer. 

En resumen, lo que nos muestran estas tres encuestas y otras más es que Morena y la 4T arrasan en prácticamente todos los aspectos: en popularidad del presidente, en elecciones estatales, en percepción ciudadana, e incluso en los candidatos más viables rumbo a 2024. 

¿Por qué Morena sigue tan fuerte? 

En primerísimo lugar, y hay que reconocerlo, por la presencia de López Obrador y el sentimiento que genera entre las clases populares. Por el manejo de la agenda que tiene y por su capacidad de convencer con una narrativa persuasiva, cosa que la oposición no ha logrado hacer.

Ahora, me parece importante decir que los líderes del partido deben evitar emborracharse de victoria y caer en la soberbia. Hay algunas actitudes que así lo demuestran. Como el salir a llamar «traidores a la patria» a los que no piensan como ellos, o decirle a los opositores que no tienen madre ni padre, o la amenaza de Mario Delgado de presentar una denuncia penal contra los diputados de oposición que votaron contra la reforma eléctrica. 

En ese mismo sentido, creo yo, está la reacción de  Claudia Sheinbaum frente al informe de DNV que no le gustó y sale con que va a demandar por la vía civil a la empresa por no haber cumplido el contrato, supuestamente por deficiencias metodológicas..

Todo esto es muestra de la borrachera ideológica y una soberbia innecesaria. Morena debe ser más humilde en administrar su éxito frente a la ciudadanía y darse cuenta que su fortaleza es temporal.  

No hay que olvidar esa gran frase de Churchill: «En la guerra, resolución; en la derrota, desafío; en la victoria, magnanimidad; en la paz, buena voluntad». En política, ninguna derrota es definitiva, pero tampoco ninguna victoria lo es. Hay que administrar las victorias sabiendo que algún día se estará del lado de los perdedores.